En la tranquila tarde de Mocache, un sentimiento de alegría y gratitud llenaba el aire, mientras el sol calentaba tibiamente el nuevo conjunto habitacional y se ocultaba entre las viviendas.
Era un día que quedaría marcado en la memoria de cientos de familias, un día en el que los sueños se materializan en forma de ladrillos y cemento.
Entre los beneficiarios se encontraba Rosa, una madre soltera que había luchado incansablemente por darle un techo digno a sus hijos. Con lágrimas que bañaban dulcemente su rostro cansado, observaba maravillada la casa que ahora podía llamar hogar. Recordaba las noches de incertidumbre y las lágrimas derramadas al no poder brindarles a sus hijos un lugar estable donde crecer. Ahora, esos días de angustia parecían un lejano recuerdo, reemplazado por la esperanza renovada y la seguridad de un futuro mejor.
Al lado de Rosa, estaba David, un héroe del Cenepa, cuyo sacrificio por su país merecía una recompensa más allá de las palabras. Aunque su rostro mostraba serenidad, en su corazón latía la emoción al ver cómo su sacrificio se traducía en un hogar para su familia. Había dejado su juventud en los campos de batalla, pero ahora encontraba paz al contemplar a sus seres queridos disfrutar de la tranquilidad y seguridad que tanto merecían.
Alegría
En otra parte del complejo, Roxana, una deportista de alto rendimiento, saltaba de emoción al entrar a su nuevo hogar. Había dedicado años de esfuerzo y dedicación al deporte, sacrificando muchas veces su comodidad y estabilidad. Ahora, su persistencia se veía recompensada con un espacio donde recuperar fuerzas y seguir persiguiendo sus sueños.
Y así, cada una de las familias que recibieron las llaves de su nuevo hogar tenía una historia que contar. Historias de lucha, sacrificio y esperanza que convergen en ese momento único de felicidad compartida.
En ese conjunto habitacional, más que un conjunto de casas, se había construido un refugio de sueños, donde el amor y la solidaridad se entrelazan para formar el tejido de una nueva comunidad.
Esta obra fue entregada bajo el mandato del expresidente Guillermo Lasso e inaugurada bajo la mirada atenta de la alcaldesa, Yenny Domínguez, y gracias a un apoyo del Gobierno Chino, a través de un crédito.
Para la construcción de estas 150 nuevas casas se destinaron 3.5 millones de dólares.